
En este artículo te presentamos una selección de las mejores playas de Menorca. Ponlas en tu lista de playas a visitar y de buen seguro acertarás. No son las únicas pero en Menorca hay tantas playas paradisíacas que una pequeña ayuda para seleccionar algunas seguro que te viene bien.
Las 15 mejores playas de Menorca
1. Cala Pregonda

Cala Pregonda está considerada como una de las playas más bellas y menos frecuentadas de la abrupta costa norte de Menorca. El acceso es complicado, pues los posibles caminos son privados y no se pueden utilizar para llegar a ella en coche.
Así, solo se puede llegar hasta la cala recorriendo la costa desde la playa de Binimel·là, en un paseo, que por otra parte es muy agradable, que lleva casi media de hora. Esto permite que no esté muy saturada para lo bonita que es la playa.
Es una playa virgen, solo marcada por la presencia de tres casas, testigos de un intento lejano de urbanización. El entorno natural es espectacular, lleno de contrastes de color y marcado por las curiosas formas de las rocas talladas por fuertes vientos del norte.
Tiene un pequeño sistema dunar en su zona trasera. En la cala hay dos arenales a pocos metros uno del otro. Tiene poco oleaje, al estar protegida de los vientos por la presencia de diferentes islotes.
El agua es cristalina, con destacados tonos de color turquesa. La arena, como rasgo característico de la parte norte de la isla, tiene un color entre dorado y rojizo y es de estructura gruesa.
2. Mitjana y Mitjaneta

Cala Mitjana es una de las calas de Menorca más espectaculares. Está ubicada en un espectacular paraje virgen natural en pleno bosque mediterráneo en el que destacan sus cristalinas aguas de tono azulado.
La arena es blanca y fina, como suele ser común en la parte meridional de la isla, bañada por aguas cristalinas y de un intenso color turquesa. La playa mide algo menos de 100 metros de largo, con una anchura máxima de 75 metros y se encuentra encajonada entre los típicos acantilados rocosos calcáreos de color claro.
A dos minutos a pie se encuentra otra llamada cala Mitjaneta. Una playita muy pequeña también de aguas azul caribeño y arena blanca y fina.
3. Cala Galdana

Cala Galdana es una de las playas más populares y atractivas de la isla. También es una de las más turísticas. Es una enorme ensenada flanqueada por acantilados en los que se extienden frondosos pinares salpicados de establecimientos turísticos y viviendas particulares.
Es además una de las playas de Menorca más grandes, con un arenal que supera los 400 metros de largo por 40 metros de ancho.
Tiene unas arenas finas y blancas, que forma una pendiente suave en el mar, y unas aguas tranquilas y muy seguras para el baño. Es casi como una piscina natural, pues la forma cerrada de la ensenada conlleva un oleaje bastante moderado.
Situada a siete kilómetros de la localidad de Ferreries, está en el centro del litoral sur, con un acceso muy cómodo a otras calas vírgenes de los alrededores. Puedes ir caminando desde ella a playas tan espectaculares como Mitjana y Mitjaneta, Macarella y Macarelleta, Trebalúger o incluso cala En Turqueta por nombrar algunas.
Por todo ello combina unas excelentes condiciones naturales con la ventaja de ofrecer muchos servicios y comodidades. Eso hace que sea una de las mejores opciones donde alojarse en Menorca y tenga un ambiente muy familiar, tanto por su fácil acceso como por esos servicios a su alcance.
4. Macarella y Macarelleta

Ubicada a unos 14 kilómetros de Ciutadella y formando parte de su Área Natural de Especial Interés, Cala Macarella es una playa virgen y aislada.
Eso no impide que sea muy visitada por locales y turistas. En parte, gracias al fácil acceso, pues tiene en las cercanías un par de aparcamientos cuya capacidad regula el número de visitantes que se admiten.
Está entre las playas más bonitas de Menorca y más populares. Es una de las típicas que aparecen en las postales de la isla. Cuenta con unas excelentes cualidades naturales y es una buena muestra representativa del litoral sur en estado salvaje.
La playa, con algo más de 100 metros de longitud y unos 75 metros de anchura, está encajonada entre elevados acantilados de hasta 30 metros de altura, cubiertos por frondosos pinares. Los pinos llegan hasta la misma línea de arena, blanca y fina.
Es ideal para el baño, con aguas muy limpias y tranquilas, sin apenas oleaje. Cala Macarella comparte la ensenada de la que forma parte con otra bastante más pequeña, conocida como Cala Macarelleta. Está apenas a cinco minutos andando de su hermana mayor y en ella se suele practicar el nudismo.
5. Cala Escorxada

Situada en un rincón de la costa sur, conserva un entorno natural virgen privilegiado, dentro de un Área Natural de Especial Interés. Es una de las playas más inaccesibles y llegar hasta ella obliga a una exigente excursión, lo que limita la afluencia de visitantes.
El acceso más sencillo parte del aparcamiento de Cala Mitjana y recorre un tramo del Camí de Cavalls. Es un largo paseo que rodea las calas Trebalúger y Fustam y dura bastante más de una hora. En todo caso, el extraordinario paisaje del camino hace que merezca aún más la pena afrontarlo.
Cala Escorxada se ubica en un entrante de mar no demasiado profundo en un entorno verde cubierto de pinos y frondosa vegetación. Mide unos 100 metros de longitud, con anchura media de unos 30 metros.
La arena tiene la estructura fina y blanca característica de las playas de la costa sur de Menorca. Sus aguas son de extraordinaria pureza, con las clásicas tonalidades turquesa, ideales para la práctica del snorkel por la abundante vida de los fondos submarinos.
El único inconveniente de esta preciosa cala es que está bastante expuesta al mar y si sopla el viento desde el sur puede incrementarse el oleaje, haciéndose algo molesto para el baño.
6. Cala Presili

También conocida como playa de Capifort, está dentro de la Albufera des Grau, un lugar protegido y declarado reserva de la biosfera. Se localiza en un entrante de mar muy abierto de la costa norte.
Cala Presili es una de las mejores playas de Menorca. Es diferente a la mayor parte de las playas de este litoral, pues dispone de arena fina y blanca, más propia de la costa sur.
Tiene un acceso bastante sencillo, recurriendo al aparcamiento del cercano faro de Favàritx, aunque actualmente en los meses de mayor afluencia turística solo es posible llegar mediante un autobús que parte de Mahón. Desde allí habrá que recorrer algo más de un cuarto de hora andando para llegar a la playa.
La playa, sin ningún tipo de servicios, está envuelta por montículos agrestes y con poca vegetación que la protegen del viento, asegurando oleaje moderado. Buen lugar para practicar el snorkel, por sus aguas cristalinas, y resulta ideal para ir con niños, por la escasa profundidad.
Su longitud es de algo menos de 150 metros, con anchura de unos 45 metros y en algunas zonas se practica el nudismo. Se puede aprovechar la visita para conocer el espléndido faro de Favàritx, con 28 metros de altura y sus características bandas blancas y negras.
7. Es Talaier

Es Talaier, situada a 13 kilómetros de Ciutadella, es una playa con un grado de ocupación bastante alto, sobre todo si se tiene en cuenta su reducido tamaño. No es de extrañar ya que es una de las playas más bonitas de Menorca.
Se trata de una manga de mar aislada y virgen con pequeñas dimensiones, no más allá de 50 metros de longitud y una anchura de unos 80 metros. Está flanqueada por acantilados de baja altura cubiertos de pinares y matorrales, que rodean la playa por la parte posterior.
Como es habitual en el litoral sur, se caracteriza por su arena fina y blanca y su pinar frondoso, que llega casi hasta la orilla. En su zona trasera, la playa cuenta con un importante sistema dunar.
Es una playa de aguas tranquilas y muy limpias con ese color turquesa tan caribeño de esta parte de la costa menorquina, con fondo de arena y poca profundidad hasta bien entrado en el mar. En la parte derecha de la cala destacan unos arrecifes conocidos como Escull del Governador.
La forma más sencilla de llegar es aparcar en las cercanías de la playa de Son Saura. Desde allí, tomar un sendero que bordea el mar, por el que habrá que caminar unos 20 minutos hasta llegar a Es Talaier.
8. Cala Pilar

Cala Pilar es una playa menorquina de la costa norte que ocupa un entrante de mar aislado que origina una playa virgen con forma de concha y dimensiones medianas, de algo menos de 250 metros de largo y unos 30 metros de ancho.
La vegetación de las laderas de los montes de color rojizo que la rodean es escasa y de poca altura. El complicado acceso hace que la afluencia de bañistas sea un tanto limitada, ya que se puede aparcar a unos dos kilómetros de la cala y desde allí habrá una larga caminata, atravesando bosques y sistemas dunares, hasta alcanzar la playa.
El paisaje es muy espectacular, con los peculiares coloridos rojizos del terreno, rico en arcillas. Su arena gruesa de tonos dorados y rojos contrasta mucho con el agua cristalina, de transparencia perfecta.
9. Cavalleria

Por su parte, Cavalleria es una playa muy frecuentada, también de la costa norte, ya que a su gran atractivo natural se une el que dispone de un gran aparcamiento a menos de diez minutos de distancia. En cualquier caso, es bastante grande, con casi 500 metros de longitud y una anchura de unos 25 metros y puede albergar bastantes bañistas.
Esta playa virgen está resguardada por el cabo de Cavalleria, el saliente más septentrional de Menorca. Forma parte de un entrante de mar que origina dos calas vírgenes separadas por un islote conocido como Escull de Ferragut.
La zona oeste tiene los fondos marinos más rocosos, mientras que la parte oriental es más arenosa. La playa está envuelta por oscuras lomas arcillosas de mediana altura, cubiertas con matorrales y arbustos bajos.
La arena es dorada rojiza y gruesa y sus aguas son muy transparentes y con poca profundidad. Presentan normalmente un oleaje moderado, pero tiene alta exposición al viento de tramontana, que cuando sopla con fuerza hace algo incómoda la estancia en la playa.
Se puede aprovechar para visitar el cercano faro de Cavalleria, en la punta misma del cabo y sobre acantilados con impresionantes vistas de la costa.
10. Cala en Turqueta

Auténtico tesoro natural, una de las playas vírgenes de Menorca más famosas y para muchos la más bonita, a pesar de la cantidad de calas que compiten por esa consideración. Es otra de esas playas que suelen aparecer en las postales de la isla.
Cala en Turqueta es una playa virgen y aislada que forma parte de un gran entrante de mar que recorre 400 metros antes de tocar tierra. No cuenta con ningún tipo de servicios, pero en el pinar de su parte trasera hay mesas para hacer picnic a la sombra.
Tiene forma semicircular y dimensiones cercanas a los 110 metros de longitud, con anchura media de 25 metros. Su paisaje es típico de la costa sur, flanqueada por altos acantilados calcáreos cubiertos de frondosos pinares.
La playa está dividida en dos mitades por una lengua de rocas de baja altura y está rodeada de pinos. Destaca por su agua tranquila y cristalina, con destacados tonos azulados. El talud es de arena fina y blanca, con pendiente suave en su entrada al mar.
Cuenta con aparcamiento propio, a menos de un cuarto de hora a pie de la playa. Esto incide en una afluencia bastante alta de bañistas, limitada a la capacidad del aparcamiento, por lo que durante la temporada alta es necesario madrugar bastante.
11. Binigaus

Esta playa está muy cercana a la urbanización de Santo Tomás, desde donde se accede en un paseo de unos 15 minutos por el Camí de Cavalls, siguiendo un terreno bastante llano.
Durante la temporada alta tiene una afluencia bastante elevada de bañistas, por su fácil acceso y excelentes condiciones naturales. Está incluida en un Área Natural de Especial Interés y su parte trasera está ocupada por un sistema dunar y tierras de cultivo.
Binigaus forma parte de una enorme ensenada totalmente abierta al mar. Está muy expuesta al viento del sur, lo que origina cierto oleaje. Es la playa virgen más extensa del litoral meridional, con casi 1.200 metros de longitud y anchura media de 45 metros.
La zona central es la más familiar y el ambiente se hace más juvenil según nos aproximamos al extremo más cercano al acantilado. En algunos tramos se practica el nudismo.
La arena de Binigaus, como es habitual en la parte sur de la isla, es blanca y fina y las aguas son cristalinas, con marcados tonos turquesas y poca profundidad.
Destaca la presencia del emblemático islote de Binicodrell. Al ser una playa virgen no tiene ningún tipo de servicios, pero a menos de 15 minutos andando está la playa de Santo Tomás, donde sí que se pueden encontrar.
12. La Vall (Algaiarens)

Las playas vírgenes de la Vall, también conocidas como Algaiarens, están en la costa norte de la isla, cerca de Ciutadella e incluidas en su Área Natural de Especial Interés.
El arenal está dividido en dos zonas. La más cercana al aparcamiento se conoce como playa des Tancats, mientras que la más alejada, separada de la primera por unos arrecifes rocosos, se llama playa des Bot.
Se supone que por razones de comodidad, la de Es Tancats suele estar más concurrida, dejando que la de Es Bot, más pequeña que la otra, sea más discreta y tranquila. Entre ambas ocupan una extensión superior a los 400 metros, con una anchura media de 40 metros.
Como dato muy peculiar, menos común respecto a las características de las playas del lado norte insular, está compuesta por arena muy fina y blanca. El entorno es de gran belleza, rodeado de pinos hasta donde se pierde la vista.
Cuentan con dos aparcamientos en su cercanía, a no más de cinco minutos andando de la playa. Incluso ofrecen la posibilidad de acceder por transporte público. Todo eso asegura una afluencia bastante elevada. De todas formas, la zona disponible de arena es bastante grande.
13. Son Saura

Son Saura es la playa más grande del entorno de Ciutadella, también conocida como Bellavista o playa de Levante, no debe confundirse con la playa de Son Saura de la costa norte también conocida como Son Parc y que también es una playa excelente.
El entrante de mar en que se ubica genera, realmente, dos playas separadas por un saliente rocoso. La d’es Banyuls al oeste y Bellavista más al este. La primera tiene 200 metros de longitud, 40 de ancho y, más cercana al aparcamiento, es más frecuentada.
Bellavista es algo más grande, con unos 310 metros de longitud y suele tener menos posidonia. Porque en estas playas es frecuente encontrar algas en la orilla, que tienen su propia función al evitar que el viento se lleve la arena.
Son Saura se caracteriza por la fina arena blanca, que forma un interesante sistema dunar en su parte trasera. Está rodeada por un denso pinar que proporciona buena sombra y la posibilidad de hacer picnic, porque en la playa no hay ningún tipo de servicios
Cuenta con aparcamiento cercano, aunque su capacidad es limitada y en verano habrá que llegar bastante pronto para encontrar sitio. Ese fácil acceso y su amplitud hacen que sea una de las más populares y frecuentadas del litoral sur.
Además, es poco profunda y con apenas oleaje, excelentes condiciones que hacen de ella una de las mejores playas de Menorca cuando se viaja en familia o con niños.
14. Son Bou

La playa de Son Bou, situada a unos ocho kilómetros de Alaior, constituye la playa de Menorca más larga, con casi dos kilómetros y medio de longitud.
Al ser una de las playas más conocidas de la isla y con un acceso bastante sencillo, recibe un buen número de visitantes, aunque su gran extensión asegura la posibilidad de encontrar algún sitio para poner la toalla con total tranquilidad y sin agobios de gente.
Tras la playa se encuentra la urbanización de Son Bou, que garantiza todo tipo de servicios a los bañistas. Para algunos, sobre todo las familias.
Sus aguas presentan una limpieza cristalina y tienen fondos poco profundos de arena blanca y muy fina.
A lo largo de la playa se extiende también un importante sistema dunar y en su parte trasera se encuentra la segunda zona de humedales más importante de Menorca y refugio de muchas aves. A unos 300 metros de la orilla se divisa el peñasco de Escull de sa Galera.
Para complementar un día de playa con actividades culturales, se puede visitar una basílica paleocristiana del siglo V y el famoso poblado prehistórico de Torre d’en Galmés.
15. Trebalúger

Una de las playas vírgenes de Menorca más bonitas en un entorno salvaje idílico, pero de difícil acceso. Desde luego, es más complicado que en otras calas, ya que solo se puede llegar a la playa siguiendo el Camí de Cavalls (o llegando por mar).
El trayecto más corto, desde Cala Mitjana, se acerca a los dos kilómetros. Además, se trata de un terreno abrupto y con algunos desniveles, pero con impresionantes vistas de la bahía. La recompensa de tal caminata es una preciosa playa de unos 175 metros de longitud y una anchura media de 40 metros.
Este aislamiento asegura una baja ocupación y la posibilidad de disfrutar de un entorno virgen y salvaje en el que apenas se nota la mano del hombre. La intimidad que se puede respirar es tal que algunos se animan a practicar el nudismo.
Trebalúger presenta la característica arena blanca y fina de la costa meridional menorquina y unas aguas cristalinas, con tonalidades azul claro. La playa está enmarcada por acantilados de altura media de piedra caliza y está rodeada por un hermoso y frondoso pinar que alcanza la misma playa y asegura una agradable sombra.