Sin duda, Menorca deja siempre grandes recuerdos a sus visitantes. Condensar todo lo que ofrece en un recuerdo material para llevar a casa o regalar es tarea complicada. Como muestra, estos son algunos de los productos más típicos y auténticos que puedes encontrar y comprar en Menorca.
Los productos más típicos y auténticos de Menorca
Avarcas
Entre algunos de los productos más típicos y auténticos que comprar en Menorca se encuentran las avarcas, también conocidas como “menorquinas”. Son unas sandalias típicas de la isla con el empeine abierto en la punta y una tira que sujeta el talón.
Su comodidad y diseño sencillo ha hecho que sean muy populares. Todo tipo de fabricantes de calzado se han lanzado a comercializar sus propios modelos a nivel internacional.
En origen eran un sencillo calzado utilizado por los pastores y los jornaleros para trabajar en los campos.
Para hacer la suela se utilizaba un neumático viejo mientras que el resto se fabricaba con tela de saco o piel de cerdo o de buey sin curtir. Para asegurar la perfecta sujeción de esta sandalia cosida a mano se utilizaba el propio pie del payés como horma.
Actualmente, las buenas avarcas, que se distinguen de malas imitaciones, son ensambladas en una horma y van cosidas directamente a la suela de neumático, integrando la tira trasera en la propia suela.
Para estar seguro de haber adquirido unos ejemplares auténticos, con los materiales de la mejor calidad y empleando técnicas artesanales, lo mejor es comprar aquellas que cuentan con el sello “Avarca de Menorca” que garantizan la procedencia menorquina del calzado.
Actualmente, se fabrican avarcas de todos los colores, con piel y tejidos diversos y diseños muy diferentes, aunque respetando su carácter distintivo originario. Sería casi inconcebible salir de la isla sin llevarse unas avarcas en el equipaje.
Oportunidades para comprarlas hay muchas porque se venden en multitud de zapaterías y mercados de la isla.
Ensaimada
La ensaimada es el dulce menorquín por excelencia y uno de los productos por excelencia que comprar en Menorca. Por eso, es habitual ver en los aeropuertos a gente con la típica caja hexagonal en la que se transporta.
Tan auténtica es que cuenta con su propia Denominación de Origen que la distingue de posibles imitaciones. Por supuesto, no es nada difícil encontrarla, pues por toda Menorca se pueden encontrar tiendas, pastelerías y panaderías en la que comprar una ensaimada e incluso se pueden pedir por encargo.
Se sabe que la ensaimada es un alimento centenario porque hay registros escritos que indican que ya en el siglo XVII se elaboraba para consumir en celebraciones y fiestas.
Desde entonces, la receta tradicional se ha transmitido de generación en generación, pasando por las manos de los maestros obradores.
Las ensaimadas tradicionales son lisas, sin relleno, aunque las más vendidas en Menorca son las que van rellenas con cabello de ángel. Además de eso, se pueden elegir rellenos tan diversos como chocolate, crema tostada o nata, que enriquecen el producto y lo adaptan a todos los gustos.
Hay que destacar que, aunque sea un producto tradicional en toda Baleares, no todas las islas pueden presumir de ofrecer la mejor ensaimada del mundo, como ocurre con Menorca.
En 2020, esta distinción ha sido otorgada a la Pastisseria Can Pons de Es Mercadal, en una competición entre diez hornos diferentes de toda Baleares.
Gin Xoriguer
La destilación de ginebra en Menorca tiene su origen en los tiempos de la dominación británica, durante el siglo XVIII.
Fue el gusto por esta bebida por parte de los marinos y soldados ingleses lo que impulsó la producción local. Para ello, utilizaron bayas de enebro y alcohol etílico de origen vegetal, totalmente libre de otro tipo de aditivos para preservar su pureza.
Pero, fue a principios del siglo XX cuando nació la primera ginebra embotellada en la isla, el emblemático Gin Xoriguer. Su botella, con la imagen de un molino tradicional, se ha convertido en todo un icono de Menorca. Además, se trata de la única fábrica de ginebra en la isla.
El Gin Xoriguer forma parte importante de la vida social menorquina, ya que entra en la composición de bebidas como la famosa “pomada”, que se ha hecho habitual en todas sus fiestas.
Sin duda es un buen recuerdo qué comprar en Menorca, además de ser uno de los productos más consumido por los turistas porque es una de las ginebras más apreciadas y cotizadas de toda Europa.
Un buen lugar para comprar el Gin Xoriguer es la propia destilería, ubicada en el puerto de Mahón. La visita permite, además, disfrutar de un instructivo recorrido por las instalaciones y catar los productos que allí se elaboran.
Se sigue fabricando de forma tradicional, con una receta que mantienen en secreto desde hace tres siglos y en alambiques de cobre de la época al calor de fuego de leña.
Queso de Mahón
Es uno de los productos más emblemáticos y cotizados para comprar en Menorca y se puede adquirir en multitud de establecimientos.
Llevarse un queso de Mahón es trasladar a casa un trozo de la auténtica esencia menorquina, porque es uno de los productos más emblemáticos de la isla, con una popularidad internacional.
La tradición quesera menorquina es milenaria, según lo atestiguan los restos arqueológicos encontrados, correspondientes a utensilios necesarios para su elaboración.
Aunque su nombre original hace referencia a la localidad de Mahón, no solo se produce en la capital menorquina, sino que su elaboración se extiende por toda la isla. De hecho, se pueden contemplar por toda la isla un buen número de granjas dedicadas a la cría de vacuno para la elaboración del queso.
Así, se ha establecido una Denominación de Origen protegida de Queso Mahón-Menorca, que distingue al heredero de un proceso de elaboración y maduración tradicional.
Este queso se elabora con leche recién ordeñada de vaca de raza autóctona menorquina, sin que sea sometida a ningún proceso previo de conservación. Para su producción se continúan utilizando los antiguos métodos artesanales.
Se cuaja la leche utilizando diferentes hierbas, envolviendo el producto en un paño muy fino (fogasser). Este se moldea luego a mano hasta que se consigue su peculiar forma casi cuadrada, con las aristas redondeadas. Durante su curación se va untando con aceite y pimentón, lo que le proporciona su color anaranjado.
Se pueden elegir distintos tipos según su grado de curación y el tiempo empleado en la misma, obteniendo aromas y sabores distintos. Así, se puede adquirir queso tierno, semicurado, curado y viejo.
Artesanía
Menorca tiene una extensa tradición de artesanía basada en el desempeño de oficios tan antiguos como el trabajo sobre la madera, la piedra, el esparto, la cerámica o la bisutería.
El aislamiento propio de su carácter insular ha otorgado a este trabajo particularidades que solo se pueden encontrar en Menorca.
La artesanía cubre una amplia parte de la actividad diaria, desde la cerámica, las joyas, la piel, el papel, las telas, el calzado, los muebles, el vidrio o la pintura.
Los artesanos menorquines han sabido combinar perfectamente las tradiciones ancestrales transmitidas de generación en generación con nuevas técnicas y materiales propios de un diseño más moderno.
La relevancia de la artesanía menorquina se manifiesta en la cantidad de talleres, ferias y comercios locales que se dedican a este importante sector.
Esta actividad también tiene su propio distintivo de calidad con la marca “Artesanía de Menorca” que distingue los trabajos realizados en la isla, con la mejor calidad y siguiendo los métodos tradicionales.
Si se quiere profundizar en el conocimiento de la artesanía local es una buena idea visitar el Centre Artesanal de Menorca, ubicado en la localidad de Es Mercadal, que siempre lleva a cabo exposiciones y actividades diversas y muy instructivas.
Para comprar artesanía es una buena idea visitar algunos de los tradicionales mercadillos artesanales que proliferan por todas las localidades, especialmente durante el verano.
Calzado
La industria del calzado en la isla proviene de una tradición artesanal que se remonta al siglo XVII y ha convertido a Menorca en la cuna de un buen número de prestigiosas firmas nacionales.
Desde el elegante “zapato a la mahonesa” con hebilla de plata de los inicios, pasando por el calzado de las guarniciones británicas y francesas que ocuparon la isla, hasta el actual zapato menorquín. Este ha sido uno de los sectores clave en la economía insular durante mucho tiempo.
Esa tradición permanece en la producción actual del calzado, que sigue procesos casi totalmente artesanales. El trabajo con las manos y con técnicas transmitidas de generación en generación son aspectos distintivos.
Eso se nota y se aprecia en el resultado final, productos de la mayor calidad y exclusividad en los que se mezcla el arte de la tradición con las modernas tecnologías. Menorca se distingue por sus marcas de calzado de renombre mundial y la calidad reconocida de su piel y sus diseños.
Exporta calzado a todo el mundo, así que aprovechar la estancia en la isla para adquirir unas sandalias, unos zapatos o unas bailarinas permite disfrutar de un producto que podríamos encontrar en las zapaterías más selectas del planeta.
Por eso, varias empresas menorquinas ocupan puestos de prestigio en el panorama internacional, con innovaciones propias tan populares como las “bailarinas”, lanzadas a principios del siglo XX por el Grupo Mascaró, los inconfundibles zapatos trenzados de Pons Quintana o los zapatos de estilo urbano de Homers.
Bisutería
La tradición bisutera menorquina nace a mediados del siglo XIX, con los célebres portamonedas de malla trenzada de plata, que probablemente estaban inspirados en la forma en que los pescadores confeccionaban sus redes y que adquirieron una fama internacional.
A partir de entonces, se convirtió en una de las industrias más importantes de la isla, puntera en el sector de la bisutería española.
Con un origen muy ligado a la labor artesanal y al delicado trabajo de metales como la plata, el sector se ha visto enriquecido por la experiencia aportada por sucesivas generaciones de bisuteros.
En Menorca conviven empresas que elaboran piezas clásicas realizadas de forma absolutamente artesanal con otras que se apuntan a las últimas tendencias y tienen importante presencia en ferias internacionales.
La bisutería menorquina tiene tanta calidad que se acerca estrechamente al segmento propio de la joyería.
La base del éxito tiene mucho que ver con la creatividad, el sector no puede desenvolverse con las mismas armas con la que llega en los últimos tiempos desde países asiáticos, sin apenas control y a precios muy bajos.
La bisutería menorquina no compite en precio, sino en diseño y calidad, superando con mucho en ambos aspectos al producto asiático. La industria destaca tanto en el producto final, bisutería de consumo directo, como en la fabricación de componentes de todo tipo destinados a ser montados por artesanos que venden su resultado final al público.
Por eso, los populares mercadillos que se extienden por toda la isla son excelentes lugares para comprar en Menorca buenos ejemplos de bisutería, además de constituir un entorno muy agradable, lleno de colorido y animación.
Fotos: Shutterstock