Necrópolis de Cales Coves

Necrópolis de Cales Coves

La Necrópolis de Cales Coves está en el litoral sur de la isla de Menorca, entre las localidades de Sant Climent y Alaior. Se trata de una necrópolis espectacular y muy emblemática, tanto por la gran cantidad de tumbas que contiene como por el hermoso entorno natural en que se ubica. 

Son un conjunto de aproximadamente 90 cavidades excavadas en la roca de las paredes de la costa y sus barrancos que las comunidades de la zona utilizaron para enterrar a sus muertos. 

Este complejo de hipogeos estuvo en funcionamiento durante casi un milenio, entre el siglo XI a. de C. y ya bien entrado el proceso de romanización. Constituye una zona arqueológica de gran valor por la importancia y cantidad de monumentos.

Las cuevas están horadadas en los acantilados de la cala que forman la desembocadura al mar de los barrancos de Biniedrís y Son Domingo En algunos tramos los farallones alcanzan hasta 45 metros sobre el nivel del mar. 

Necrópolis de Cales Coves: características y funciones

Necrópolis de Cales Coves: características y funciones

Las tumbas de la Necrópolis de Cales Coves se empezaron a picar en la roca durante la Edad del Bronce, aunque las más grandes y accesibles ya son de la Edad del Hierro. En estas ya se combinaba el rito de enterramiento con el uso de cal y las cremaciones.

Prácticamente ya se han explorado todas las cuevas y el material está depositado en el Museo de Menorca, ubicado en Mahón.

Estas cuevas destinadas a enterramiento están catalogadas en diferentes tipos, según su conformación y la época en que fueron excavadas. Así, se distinguen un buen número de cuevas naturales, probablemente las tumbas más antiguas de la zona. Algunas de estas cuevas cuentan con un muro ciclópeo de cerramiento, con un portal formado por tres grandes piedras. 

Los objetos que se han recuperado en las excavaciones arqueológicas muestran que son contemporáneos de los que se han encontrado en las navetas funerarias. En estas tumbas colectivas se colocaban los cadáveres tumbados en posición fetal, acompañados de diversos objetos de bronce o hueso. Las ofrendas se depositaban en el interior de vasos cerámicos. 

En cuanto al periodo de utilización de estas cuevas como recintos funerarios se estima que se inicia hacia los siglos XI-X a. C hasta el siglo VIII antes de nuestra era, cuando ya empiezan a registrarse hipogeos o cuevas artificiales. No obstante, se ha estudiado una cueva natural ubicada en el barranco de Son Domingo que, en virtud de ciertas cerámicas encontradas en ella, pudo utilizarse ya hacia el año 1500 a. C.

La segunda tipología la componen hipogeos datados en la Edad del Bronce. Están formados por una única cámara de planta ovalada. El portal es semicircular o rectangular apaisado y tiene techo bajo plano o con ligero abovedado

Estas cuevas artificiales excavadas por el hombre están localizadas en la pared del barranco a cierta altura del suelo, oscilando entre los dos y los veinte metros. Se estima que fueron utilizados entre el siglo IX a. C. y el VII a. C. 

Entre los objetos que han encontrado los arqueólogos todavía se encuentran elementos antiguos típicos de las cuevas naturales y las navetas. Los ajuares de esta época son más ricos y variados en cuanto a los artículos de bronce como pectorales, torques (collar de forma retorcida en forma de herradura circular), puntas de lanza o jabalina e incluso algunas piezas de hierro que ya anticipan el siguiente periodo.

Los últimos tipos de hipogeo son propios, cronológicamente, de la Edad del Hierro. Ya se trata de grandes cámaras compartidas mediante el uso de pilares, columnas y pilastras. El portal de acceso tiene una forma rectangular en orientación vertical y suelen mostrar un patio exterior, excavado en la roca y con techo plano. Aunque hay algunos en zonas elevadas suelen tener un acceso más fácil. 

Los ajuares son aún más variados que en el caso anterior y abundan los objetos fabricados en hierro, habiéndose encontrado cuchillos, espadas, hojas, tijeras y otros. El bronce ya es menos frecuente y se utiliza sólo para elementos de cierto prestigio como bastones de mando, collares, torques y brazaletes.

Durante la época romana, incluso después de haber terminado su uso como necrópolis, se convirtió en un destacado lugar de peregrinación religiosa, a mediados del mes de mayo. Muestra de ello son las inscripciones encontradas en las paredes del interior de las cuevas, como en la denominada “Cova de Es Jurats”.

Además de todo esto, la Necrópolis de Cales Coves funcionó como importante fondeadero de barcos. Eso fue especialmente frecuente durante los siglos IV a. C. y el VI d. C., cuando arribaban las embarcaciones de las principales potencias comerciales del Mediterráneo.  En el fondo marino se han encontrado interesantes restos arqueológicos que también han sido transportados al Museo de Menorca. 

El establecimiento costero se encuentra en una punta de la cala de Son Domingo y conserva una muralla que cierra el cabo costero, que tenía una longitud aproximada de casi 210 metros. Está fabricada con un muro doble que ocupa una anchura de cuatro metros.  

Protege un recinto cuadrangular en el que se observan algunas estructuras dispersas. Dentro del recinto hay un curioso pozo excavado en el subsuelo, con un corredor de acceso de un metro de ancho y 45 escalones que alcanzan casi 15 metros de profundidad.

Cómo llegar a la Necrópolis de Cales Coves

Cómo llegar a la Necrópolis de Cales Coves

Para llegar a la Necrópolis de Cales Coves se puede acceder a través de la carretera de Mahón a Cala en Porter. En el punto kilométrico 10 de esta vía hay un desvío para tomar el camino de Biniedrís y dirigirse hacia el mar, con lo que llegamos a la necrópolis, que no cuenta con aparcamiento. 

Para llegar al asentamiento costero habría que caminar desde la Cala de Cales Coves o desde la urbanización de Cala en Porter.

Este cementerio es accesible también a través del tramo 17 de Camí de Cavalls, que cubre el recorrido entre Cala en Porter y Binissafúller.

Visitas, precios y horario para visitar la Necrópolis de Cales Coves

Horario

Abierto 24 horas

Precio

Entrada Gratuita

Dirección

Camí de Cales Coves, 07730, Illes Balears

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